José Enrique Zapata y el proyecto para un nuevo edificio de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria en 1924.

Rodrigo Merino Barba












Fotografía 1. Dr. José Enrique Zapata,
director de la Escuela Nacional de
Medicina y Veterinaria, de 1922 a 1924.

El 11 de agosto de 1922, fue nombrado como Director de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria (ENMV), el Dr. José Enrique Zapara, solo habían transcurrido 6 años de que los agrónomos y veterinarios tenían vida académica independiente, para este entonces la escuela de veterinaria se instaló al margen poniente de los terrenos originales y que había sido la capilla de Las Mercedes de las Huertas, además de ocupar otros edificios aledaños (fotografía 1 y 2).

Los Agrónomos reiniciaron su vida académica en 1919, ocupando el edificio principal que fue proyectado por el Ingeniero Arquitecto José L. Collazo; como dato curioso en este año se inscribieron tres alumnos para cursar el segundo año de agricultura, ya que se habían inscrito a veterinaria un año antes y les hicieron validos sus estudios para esta nueva carrera profesional.


Fotografía 2. Edificio que ocupo la ENMV en la capilla de las
Mercedes de las Huertas, durante los años de 1922 a 1923, sobresale
la torre en la esquina superior derecha y el estado en el que
actualmente se encuentra.

En noviembre de 1923 alrededor de 400 estudiantes de agronomía dejaron el viejo edificio de San Jacinto, para ubicarse en sus nuevas instalaciones que se estaban construyendo en el pueblo de Texcoco, Edo. de México, teniendo su ceremonia de inauguración hasta mayo de 1924.


Fotografía 3. Planos de la planta existente (1924)
y de la proyectada con los nuevos edificios.

Todo hace suponer que en estas mismas fechas el Director de la ENMV, el Dr. José Enrique Zapata, hace negociaciones con su jefe el Lic. José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública para que también los veterinarios contarán con unas nuevas instalaciones, más adecuadas a las necesidades de impartir clases así mismo como para las prácticas respectivas.


Fotografía 4. Planos del edificio anexo
y el principal.

Recientemente, en la búsqueda de información se encontró en la Mapoteca Manuel Orozco y Berra, cuatro planos en negativo de un proyecto que nunca se realizó, datado en 1924, a una escala de 1:100, dos en tamaño aproximado de 50 x 30 y otros dos de 90 x 70, consistentes en la siguiente manera:

Estado Actual del Establecimiento (fotografía 3)
Proyecto de Reformas (fotografía 3)
Proyecto de Pabellón (fotografía 4)
Proyecto para la Biblioteca y Salón de Actos (fotografía 4)

Estos documentos no están firmados por el proyectista, apreciándose claramente la firma de aprobación del director de la ENMV, J. E. Zapata; del proyecto de la Biblioteca y Salón de Actos se puede ver que se proyectó en estilo neoclásico, preponderante en la época porfiriana, aunque no se ve el rompimiento del estilo arquitectónico que se presentó después de la Revolución Mexicana.


Fotografía 5. Vistas general y detalle de la misma
en la que se aprecia las instalaciones 
de la ENMV
en Mercedes de las Huertas.

Así mismo, se ve que se respetarán dos edificios existentes, la Jefatura de Clínicas y otro no identificado, pero habría que resaltar que si estaba considerada la demolición de la capilla de las Mercedes de las Huertas.

Fotografía 6. Edificio de Jefatura de Clínicas que se proyectaba
integrar al proyecto de la nueva escuela.
La administración de José Enrique Zapata, termina el 31 diciembre 1924, siendo nombrado como nuevo Director el Dr. Luis Santamaría y Parra, esta designación no fue bien recibida por los alumnos de veterinaria, aunado a que poco después la ENMV se trasladó a la Villa de Coyoacán, años difíciles y decisivos que conformaron una nueva etapa a la escuela ya que ahí se gestó el movimientos para la incluirse la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria a la Universidad Nacional.

De estos edificios solo pudo sobrevivir la añeja Capilla dedicada a las Mercedes de las Huertas, actualmente en culto; las construcciones que albergó la ENMV y los campos de cultivo y praderas para animales cedieron al crecimiento urbano de la Ciudad de México.

Fotografía 7. Edificio no definido en su función se integraba
al proyecto de la nueva escuela.

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